Bienvenido a este extraordinario país, una tierra de mil contrastes que te seducirá y conquistará como pocos otros lugares del mundo.

México ofrece una variedad de paisajes que te dejarán sin aliento: desde las playas caribeñas más comunes y paradisíacas de Yucatán, junto a la salvaje y fascinante selva con su red de milenarios ríos subterráneos, hasta los vastos desiertos de la inexplorada Baja California y las montañas vírgenes de Chiapas con espectaculares cascadas, hasta los volcanes nevados que rodean la resplandeciente y moderna ciudad de México.

Bañado por el Mar Caribe y el Océano Pacífico, México es uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo. Jaguares, pumas, monos, tucanes, delfines, tortugas, flamencos, tiburones, ballenas y muchas otras especies son solo una pequeña parte de la variedad de fauna que encontrarás durante un viaje a México.

Pero la belleza de México no radica solo en sus paisajes, su historia es igualmente fascinante. Desde la antigüedad, México ha sido la cuna de importantes civilizaciones precolombinas como los olmecas, toltecas, aztecas y mayas. Sitios arqueológicos aún inmersos en la selva como Palenque, Calakmul, Yaxchilán y Bonampak, ruinas famosas en todo el mundo por su belleza y elegancia como Chichén Itzá, Tulum y Uxmal y sitios majestuosos como Teotihuacan, son algunos de los numerosos testimonios que aún podemos explorar hoy y que nos transmitan la grandeza de estas civilizaciones, su asombroso conocimiento del cielo, de las estrellas, de la matemática y de los recursos naturales que nos ofrece nuestra tierra, la "madre naturaleza".

Sin embargo, lo que hace que este país sea verdaderamente mágico es sin duda su gente. Un pueblo que, incluso después de la colonización española, ha sabido adaptarse y evolucionar pero manteniendo firmemente sus raíces en el pasado. De hecho, actualmente México está habitado por numerosas etnias indígenas que conservan sus tradiciones, costumbres y lengua.

El pueblo mexicano es un pueblo brillante, artístico, alegre y sonriente.

Para vivir este espíritu mexicano bastará con dar un paseo por las pintorescas calles coloniales de ciudades como Oaxaca, Mérida y San Cristóbal de las Casas, o perderse en los coloridos mercados artesanales locales donde se realizan con orgullo producciones típicas como los textiles, el procesamiento de piedras y minerales, o el procesamiento de agave para la producción de tequila y mezcal en las características haciendas.

Visitar México significa ser conquistado por una naturaleza envolvente y exuberante, significa dejarse seducir por el arte de las civilizaciones del pasado y por el arte del presente entre artesanos locales y artistas famosos como Diego Rivera y su famosa esposa Frida Kahlo; significa conocer un pueblo que sabrá contagiarte con sus fiestas llenas de bailes, disfraces, canciones y colores; significa saborear una gastronomía aún ligada a tradiciones ancestrales, llena de sabores fuertes y auténticos que van desde el picante habanero hasta el dulce maíz, con sabrosos platos típicos como tamales, tacos, ceviches, tlayudas, enchiladas, mole y mucho más.

Visitar México significa conocer un pueblo y un país que quedará en tu corazón por la belleza, la sencillez, la alegría y las sonrisas sinceras que te llevarás a tu casa.

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